Fuente: Arriola & Fiol
Artichoke
El edificio del mercado es una tipología arquitectónica relativamente reciente. Aunque existan precedentes históricos prestigiosos como el de Trajano en Roma, S.II AD, lo cierto es que los mercados alojados en estructuras arquitectónicas aparecen en el S.XIX en Europa, vinculados al desarrollo de la estructura metálica que permite cubrir grandes luces con un sistema constructivo ligero y económico.
De hecho, a lo largo de los tiempos, los mercados se han venido organizando más como estructuras provisionales ligeras, de lona y madera, fruto de la agrupación casual de múltiples puestos que se instalan en una plaza o espació público diversos días de la semana. De aquí la aparición en nuestras ciudades de las ‘plazas de mercado’ localizadas en lugares céntricos donde se produce el intercambio comercial.
En el tránsito de los mercados abiertos en las plazas a los mercados alojados bajo una cubierta y cerrados se ha perdido buena parte de la calidad ambiental del mercado tradicional al aire libre. Se ha renunciado a la luz natural y a la sensación de estar en el exterior para ganar en confort y permanencia.
El proyecto del nuevo mercado de San Cristóbal de La Laguna propone una cubierta que alojará el mercado y todos sus servicios anejos como el resultado de una posible agrupación de los toldos de los diversos puestos que lo componen. Al mismo tiempo la materialidad de las cubiertas será la que permita el paso tamizado de la luz natural y que recuerde la ligereza y provisionalidad de aquellos mercados que se montaban y desmontaban en las plazas.
También será un mercado sostenible y respetuoso con el medio ambiente. El uso de la energía se minimizará al usar la iluminación y la renovación de aire natural. La propia cubierta/s se especializará como captador solar fotovoltaico en su vertiente sur y también se usará como captador de agua pluvial que se almacenará en el aljibe situado en su planta sótano. Los materiales propuestos por su ligereza y provisionalidad también lo son por su mínima huella energética: madera laminada, policarbonato celular, hormigón blanco, etc. y por su capacidad de reciclarse o de fabricarse desde el reciclado de otros materiales.
La organización del programa se hace en tres niveles sobre el terreno y tres más en el subsuelo.
La planta baja, al nivel de la plaza del Adelantado y accesible tanto desde esta como desde la plaza del Mercado, es el acceso principal y aloja la mayoría de los puestos de venta de productos frescos como de aquellos servicios que precisan de una relación directa y a nivel con el exterior: flores, restauración, banco y churrería. Los comercios con acceso directo al exterior se alojan en el entorno de la iglesia de San Miguel, plaza del Adelantado y del Mercado, y disponen de una fachada de paneles abatibles de madera y policarbonato traslúcido que, durante el día, en la posición de abertura se convierten en marquesinas que protegen los accesos y permites la extensión de terrazas al exterior.
El resto del programa sobre rasante se ubica en los niveles superiores. En el primer piso se alojan los bazares, con un acceso directo vía escaleras mecánicas, así como los servicios de guardería, administración, control y taquillas. El nivel superior se reserva como una planta libre destinada a uso terciario y también accesible vía las escaleras mecánicas.
El primer sótano aloja tanto los servicios de cámaras frigoríficas, vestuarios, muelles de descarga, tratamiento de residuos, como una reserva de aparcamiento. El acceso a este nivel aprovecha del desnivel topográfico y se hace prácticamente a nivel y de manera independiente al resto de las plantas subterráneas que se dedican al aparcamiento público. De esta manera se independiza el primer nivel del subsuelo que se dedica mayormente a los servicios internos del mercado y se permite una altura de planta superior para permitir la maniobra de vehículos de mayor gálibo.
La materialidad y construcción del mercado está inspirada como ya se ha dicho en los puestos provisorios que se agrupan de forma fortuita en las plazas para organizar espacios que nunca se repiten y que siempre son nuevos. También tiene que ver con las arquitecturas ligeras de las pérgolas de encañizados y madera, y de la calidad de la luz solar que filtran. Así la construcción se hará con estructuras ligeras de madera laminada y tratada al autoclave, soportadas por herrajes de acero galvanizado en caliente que harán las uniones con los soportes verticales de hormigón blanco que también soportaran los forjados de placas alveolares también en hormigón. Los paneles de cobertura son entramados también de madera laminada con paneles de policarbonato celular y encañizados de caña natural que tamicen y aporten calidad y color a la luz natural en el interior del mercado.
Los mismos paneles se utilizaran en la construcción de los pabellones interiores que alojen los puestos y las dependencias interiores que se trataran como ‘cajas’ traslucidas bajo los ‘paraguas’ también traslucidos de la ‘cubierta’.
Ficha del Proyecto
Autores:
Directores de proyecto:
Carme Fiol Costa, Andreu Arriola Madorell
Colaboradores:
Carlo Pavan, Szilvia Gergulics, Irene Giovanetti, Xavier Arriola