Fotografía: Adrià Goula
Implantación en el solar
La edificación tiene una forma rectangular que se sitúa pegada a la medianera noroeste y paralela a la calle Batista y así completar la edificación de la manzana, crear una continuidad urbana en la calle Batista y formalizar la esquina con el Camino Antiguo de Valencia. Asimismo, el edificio se adecua a la altura y la anchura de la calle Batista y crea una continuidad con el edificio colindante.
Mediante el vaciado de esta forma, el proyecto genera 2 patios que, además de dotar de luz y ventilación a las aulas, crean un distanciamiento con las viviendas de la calle y, de este modo, aportan a las aulas la deseada privacidad para el ejercicio de su actividad.
Finalmente, con la intención de crear un espacio de acceso protegido, el proyecto practica un tercer vaciado en esquina que acoge al visitante y acaba de configurar el perfil del edificio.
Estas excavaciones en el volumen se acentúan con el uso del color blanco, que destaca sobre el volumen general gris.
Cabe destacar que el proyecto cede una parte del solar a la ciudad buscando crear una continuidad de alineaciones con el CEIP vecino.
Programa funcional
Ante la dificultad de construir un edificio de grandes dimensiones, una pista deportiva y además permitir una posible ampliación en un solar de 2800m2, el proyecto toma la estrategia de disponer una parte del programa semienterrada para no agotar la edificabilidad y poder colocar la pista con cierta comodidad y en continuidad con el resto de vacíos urbanos.
La decisión de disponer el programa de aularios organizado en espina alrededor de los patios responde a la voluntad de crear un distanciamiento entre las viviendas de la calle Batista y las aulas del IES y de esta forma dotarlas de una mayor privacidad.
El proyecto ordena las diferentes zonas de actividad procurando establecer un equilibrio entre aulas estándar, aulas complementarias y servicios complementarios. De esta manera, dispersa ordenadamente los departamentos, las tutorías y la sala de profesorado en la franja paralela a la pista deportiva con la finalidad de controlar la actividad en los pasillos y en la pista exterior.
Los núcleos de circulación se sitúan en una posición óptima para garantizar una rápida transición entre el aulario y la zona de recreo a la vez que tienen la voluntad de crear vistas y ventilación cruzada entre los patios interiores y la pista exterior.
Se proponen unas circulaciones amplias y adecuadas a su nivel de uso y en los pasillos principales se plantean unas zonas reservadas a la futura ubicación de casilleros.
En la planta baja se sitúa la administración, las aulas especiales, de uso común a todas las líneas así como el comedor relacionado con la pista exterior mediante un acceso directo, y la biblioteca con acceso directo al patio. Se fomenta el uso de esta pieza en horario extraescolar.
En la planta semisótano se ubican el gimnasio, los vestidores y el aula de tecnología. Estos espacios reciben mayoritariamente iluminación y ventilación a través de uno de los dos patios que baja hasta su cota.
Además, la apuesta de elevar la planta baja respecto al nivel de la calle consigue reforzar la buena ventilación e iluminación de todo el programa colocado en esta planta al dejar una franja libre correspondiente a toda la longitud de fachada.
Se plantea un acceso secundario, para el catering y para el personal no docente a través de la calle Batista con acceso directo a la zona de servicios y un acceso para vehículos de mantenimiento bajo la pérgola de la zona de recreo.
Fecha
Arquitectura
Fotografía