| Hector Restrepo Calvo
| 2010 | Curso: PFC. ETSALS (Barcelona)
| Profesor: Arcadi Pla Masmiquel.
La forma física de la Barceloneta, su estricto orden y volumetría de altas edificaciones, ha taponado con el tiempo, el paisaje circundante, haciendo desaparecer la línea de horizonte y desplazando la luz del entorno a una luz cenital que solo dibuja el cielo y en escasos puntos permite descifrar el paisaje que se encuentra fuera de sus límites.
El proyecto busca entender la perspectiva del barrio, para abrirlo y permitir una nueva dimensión del lugar, las perspectivas se vuelcan en espacios abiertos dedicados a la cultura, adaptándose a su entorno.
La elevación del plano base, se utiliza como principio de formación de un contexto espacial mayor; entendido como la creación de un espacio singular, que se libera al paisaje; liberando las visuales del barrio y permitiendo interactuar los dos usuarios del lugar (el que permanece y el itinerante); estableciendo la plataforma como lugar de comunión entre dos elementos que conviven pero que no se tocan.
Todo ello, ayuda a identificar el lugar correcto para implantar la edificación, respondiendo al barrio, como primer usuario del mismo, y a la ciudad, en su búsqueda de imagen de una fachada metropolitana.

El proyecto se adapta a la naturaleza del mar y juega con la mimesis próxima. Por el contrario, el proyecto bebe de la cultura, para apoyado en la abstracción, identificar el espacio colectivo, que por contraposición se adapta al paisaje, en una simbiosis entre naturaleza y sociedad.
Todo el espacio exterior se relaciona entre sí y se convierten en espacios libres dedicados a cada uno de los usuarios del barrio, un bucle de posibilidades que dinamiza el lugar, respecto a la obra.
El edificio tiene cuatro plantas. Una bajo la plataforma, que une el interior del barrio con el mar a través de equipamiento, zonas de actividades lúdicas y biblioteca infantil y otras tres plantas donde se desarrolla la actividad de biblioteca. Actividades con la posibilidad de funcionar independientemente según sus horarios.
La idea de abstracción, ha determinado la estética de materialidad; una caja de hormigón traslucido, que capta la luz exterior llevándola al interior. Para ello se opta por la tecnología como lógica. El hormigón se vuelve traslucido y el interior se llena de luz tamizada y protegida, óptima para el uso introvertido del edificio.
Unas necesidades lumínicas, generan una propuesta con una piel de luz tamizada y con la luz cenital central como elemento dinamizador, resultando una luz que llega a todos los rincones, evitando sombras y brillos molestos.
La doble piel del edificio, con una capa de hormigón traslucido y otra de muro cortina, genera una cámara de aire, controlada por unas persianas motorizadas en su parte superior, que crea un efecto invernadero que mantiene la temperatura interior en invierno o el efecto chimenea que refresca el aire de la cámara en verano. Así, se colocan recuperadores entalpicos, que aprovechan el aire atemperado para ventilar las estancias del edificio, procurando un menor salto térmico entre el aire interior y el exterior, planteando un ahorro energético en el funcionamiento del edificio.
La climatización, se proyectó, con un sistema geotérmico de colectores de aguas freáticas, realizando pozos de extracción e inyección de agua en un circuito abierto. Permitiendo tener suficiente capacidad de agua fría y caliente que alimente un sistema de fancoils repartidos por toda la edificación, sectorizados según la orientación, pudiendo funcionar en frío o calor, según las necesidades especificas de cada espacio.