Desarrollar el nuevo barrio multifuncional en las 24 Ha del ámbito propuesto en Varsovia (Polonia) del Europan 11, es sin duda un gran reto sobre diseño urbano. El lugar es lo suficientemente grande como para ser capaz de tener su propio carácter, identidad y personalidad, pero no lo suficiente para ser considerado como un nuevo distrito y por lo tanto debe ser entendido en continuidad con la ciudad adyacente. Encontrar las cualidades de este tamaño intermedio y la escala apropiada para trabajar son las claves para conseguir una buena propuesta. El emplazamiento del proyecto se encuentra al Este del centro de la ciudad, en el margen derecho del río Vístula, entre el distrito de Praga y el de Grochów, con frecuentes áreas en desuso y zonas industriales obsoletas. Limita al Norte con un archipiélago de bosques y cultivos recortados por una extensa red de vías del tren y al sur por un barrio obrero hecho de estrictos bloques sociales. Actualmente, la ciudad está en proceso de transformación para acoger la Eurocopa de Fútbol 2012 como una de las sedes principales.
Desde lo urbano a lo rural y viceversa. Teniendo en cuenta los condicionantes de posición y entorno, y considerando sus límites concretos, el diseño apuesta por el valor paisajístico que reside entre las vías de tren, proponiendo un denso barrio multifuncional que dialoga con este singular entorno natural. Se proponen siete tejidos urbanos flexibles con caracteres diferentes, distinguiéndose en uso, tipología, densidad, ocupación y forma. En los intersticios de estas estructuras urbanas aparece un sistema verde hecho de distintos hábitats ambientales que trabajan conjuntamente para aprovechar los ciclos naturales existentes en Varsovia. Pasajes como invernaderos, humedales de filtrado de aguas, cultivos urbanos, prados en cubiertas terciarias, pequeños jardines, etc. Reutilización de energías y materias orgánicas en una simbiosis que aprovecha esta mixticidad de formas urbanas.
En paralelo, se proponen otras acciones urbanas como una nueva red de movilidad que garantiza no sólo la accesibilidad, con dos nuevas vías principales que mejoran las conexiones con el centro de la ciudad y los distritos vecinos, sino también su desarrollo económico sostenible, con un tejido capilar a escala menor que favorece el espacio público y disminuye progresivamente la penetración del coche en el interior del barrio. Una gran plaza central como un fantástico final para la calle Podskarbinska, un punto de encuentro que promueve las interdependencias sociales, el sentido de comunidad y apropiación de su nueva identidad. Incluso un parque de paneles solares sobre la principal área de recreo, deportes y grandes eventos alrededor del bello velódromo existente, multiplicando sus posibilidades.
Finalmente, una avenida peatonal corta estricta y directamente todos los tejidos. Un cuchillo que escanea todas las tipologías y todos los hábitats. Conecta la Universidad existente al sur, con la estación de metro prevista, la nueva plaza central y la universidad propuesta en contacto con el campo más allá de las vías del tren. Un espacio democrático para ser ocupado por todos los residentes, independientemente de su estatus social y estilo de vida. Ensartando, en diagonal, veinticuatro hectáreas de distintos retales urbanos para vivir, trabajar y descansar colectivamente.