Fuente: El País, Magén Arquitectos
Fotografía: Pedro Pegenaute
Artículo de Anatxu Zabalbeascoa publicado en el blog ‘Del Tirador a la Ciudad’ en EL PAÍS.com el 4 de enero de 2012 sobre el proyecto de la Sede de la Comarca del Bajo Martín, de Magén Arquitectos; proyecto que ya hemos comentado anteriormente en el HIC*.
Cara de Alabastro
El alabastro, extraído de las canteras del Bajo Martín, en Teruel, es una de las principales riquezas de esa comarca aragonesa. A las afueras de Híjar, la capital de la zona, Magén Arquitectos ha levantado la nueva Sede Administrativa y Cultural de la Comarca junto a un silo, antiguas construcciones fabriles y algunas viviendas unifamiliares. Y la ha convertido en un reclamo del orden, del que el barrio carece, y de los minerales que esa zona del bajo Aragón exporta.
El edificio es, así ,compacto, sólido y masivo por fuera para marcar su presencia en un barrio desorganizado. Francisco Javier Magén (Zaragoza, 1980) cuenta que, por esa naturaleza desordenada del barrio, buscaron arraigar su inmueble con referencias, en lugar de con relaciones urbanas o topográficas. Es en esa búsqueda donde entra en juego el alabastro conviviendo con la piedra caliza de la zona para formar los volúmenes maclados del inmueble, una agrupación de prismas que bien podría leerse como la imagen abstracta de una cantera abierta al cielo.
El edificio, opaco y translúcido a zonas, juega con los espesores de las piedras locales y, a pesar de que emplea idénticos materiales dentro y fuera, resulta paradójicamente pétreo en el exterior y hueco y cálido por dentro, ya que el interior parece excavado gracias al uso de un material intangible -la luz- y de otro tangible -la madera de bambú que lo arropa-, pero sobre todo gracias a la decisión de ubicar los huecos, las dobles o triples alturas, en diagonal y escalonados. Así, con los usos organizados en tres franjas paralelas y con los huecos conectados visual y espacialmente en diagonal, la sede adquiere por dentro un desorden del que carece en fachada. Pero es ese desorden ordenado de espacios de doble altura lo que dota al edificio de dinamismo, luz y una óptima circulación interior. Lo complejo por dentro y el orden por fuera hablan de una época que busca en la arquitectura brillos más sutiles. Tal vez los del alabastro, capaz de dejar pasar la luz, durante el día, y de compartir la iluminación nocturna del edificio con el pueblo cuando ese material tan refinado convierte el inmueble en lámpara al llegar la noche.
Link al artículo en el blog ‘Del Tirador a la Ciudad’ en El País.com
Link al proyecto de Magén Arquitectos en el HIC*
Link al reportaje fotográfico en Pedro Pegenaute
es mas importante lo no construido que lo construido.
es mas importante lo horadado a lo agujereado.
lo materico es anecdotario.
lo que da belleza a esta arquitectura es lo que esconde en su interior.
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