A raíz de la exposición del artista chino Ai Wei Wei en el Kunsthaus de Bregenz – obra del suizo Peter Zumthor, con el título: “Art and Architecture”.
La muestra indaga sobre la relación del artista y de su obra con la arquitectura, desde el punto de vista más abstracto o artístico hasta el más puramente arquitectónico, guardando una relación muy estrecha con el edificio en el que se exhibe. Está organizada en tres partes, como tres son las salas de exposición del Kunsthaus (la planta baja estaba dedicada a otra exposición).
La planta superior mostraba una instalación artística que constaba en una serie de piezas de madera, de una altura muy superior a la de una persona. Estos ‘muebles’, de una madera muy elegante y cuidadosa en su tratamiento se mostraban exentos respecto el edificio que les envolvía, contraponíendose a él por color y textura. Por otra parte, olían fuertemente a madera -no tuve la ocasión de visitar el pabellón de Hannover de Zumthor, pero he leído que también lo hacia al funcionar como secadero, curiosa coincidencia-.
Alineadas estratégicamente unas detrás de otras, estas piezas huecas exploran la relación de profundidad, creando un “espacio” virtual dentro de ellas a través del cual se podía mirar y se perdía toda relación con el edificio, viendo sólo la pieza que le sucedía. En la parte superior, como si de un apilamiento se tratase, otro agujero relacionaba las distintas piezas a una cota a la que el espectador no tenía acceso. Luz, sombra, profundidad, perspectiva y observador se encuentran en un espacio que por su luminosidad y materialidad se respiraba un ambiente de serenidad.
La planta intermedia estaba dedicada al proyecto de Ordos 100. Según entendí, Ai Wei Wei fue el encargado de hacer el plan urbanístico, y junto con Herzog&deMeuron, de elegir a los 100 arquitectos que realizarían los proyectos de vivienda. A diferencia de la planta superior aquí se organizaba toda la exposición alrededor de una maqueta de madera de toda la ordenación. El tratamiento único del material y en especial de la veta de la madera conseguían unificar todo el conjunto, algo que dudo que sucediese si algún día se llegase a construir reuniendo 100 arquitectos de todo el mundo intentando hacer el mejor proyecto y destacar entre la multitud. En las paredes se sucedían los paneles de todos los proyectos, ordenados numéricamente. No había señalización de que maqueta pertenecía a que panel, así que formaba parte de la exposición el caminar alrededor de la gigantesca maqueta buscando éste o aquel proyecto. Ai juega un papel pasivo en la arquitectura, organizando pero no tomando decisiones directas como lo hará en la planta primera de la exposición.
Planta baja: proyectos de arquitectura en los que Ai participó activamente: desde el estadio de Beijing (con H&dM) hasta prototipos de vivienda unifamiliar o una construida galería de arte. Esta parte es la que me generó más dudas por la relación tan directa que pretende conseguir el Wei Wei del arte con la arquitectura, como si fuesen directamente intercambiables uno y otro, por ejemplo en las viviendas formadas a partir de módulos rectangulares desplazados unos respecto de otros. La maqueta tiene mucho interés espacialmente y como objeto, pero una vez dado este envolvente a los arquitectos para que desarrollen un proyecto habitable el resultado deja mucho que desear, siento no tener una fotografía de la planta.
La exposición se realizó en un momento en que Ai Wei Wei se encontraba encarcelado y en paradero desconocido por su posición crítica con el gobierno de su país.
vídeo sobre la exposición