Fuente: Juan Domingo Santos, Yatzer, ENOR
Fotografía: Fernando Alda
El jurado deliberó valorando: La sensibilidad con la que se recuperan construcciones carentes de valor con un recuerdo colectivo lastrado por su uso anterior y se consiguen unos valores que amplifican las resonancias que el contenido del museo pueda mostrar. Los recursos con los que a través de sencillas operaciones se le dota de personalidad. También se valora asimismo la conexión que el museo establece con el río y la definición de los espacios públicos.
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Descripción del proyecto
El proyecto del museo se inició con la búsqueda de un lugar donde se favoreciera la presencia del agua en unas condiciones naturales. Dados los escasos medios disponibles la intervención ha consistido en el reciclaje y reutilización de algunos elementos del entorno. Las naves del matadero, por ejemplo, se han adaptado a museo, y se han incorporado a las nuevas instalaciones los trazados de agua de la acequia y el río a través de un sencillo sistema de láminas de agua conectadas entre sí.
Delante del conjunto se ha dispuesto una plaza de naranjos ligeramente elevada del suelo, con prefabricados de hormigón apilados y troncos de eucalipto de diferentes tamaños que se inundan temporalmente con el agua de la acequia, lo que configura un espacio con aspecto diferente a lo largo del día. La sombra y el olor a azahar de los naranjos, el sonido del agua al caer sobre los troncos del estanque y los reflejos del agua con la plaza inundada, crean una atmósfera refrescante antes de acceder al museo.
El ingreso se produce ocupando el patio del antiguo matadero con una nueva construcción en madera. Este pabellón alberga un espacio representativo dedicado al agua y se convierte en un hito de referencia en el paisaje. El nuevo pabellón está concebido como un espacio para los sentidos, suspendido en el aire y con dos aperturas que permiten al visitante acceder al interior y participar de los efectos de luz y penumbra. Una lámina de agua extendida sobre el suelo refuerza aún más estas sensaciones, similares a las de los baños islámicos.
La intervención en las antiguas naves ha sido mínima y ha consistido en la demolición de las divisiones interiores, dejando a la vista las estructuras de paredes y cubiertas.