«La propuesta de Massip-Bosch tiene una doble lectura, lejana y cercana, respondiendo a las dos escalas que este tipo de edificios en altura deben resolver. La torre se presenta a la ciudad como un prisma trapezoidal, agudo y estilizado, una forma limpia y serena, ligera y de cristales blanquecinos, que por transparencia deja ver unos volúmenes dinámicos y variados que responden a las diferentes especificidades del programa interior y que se relacionan con las diversas alturas de los edificios vecinos. La forma externa alega a la ciudad y a la visión lejana. Las formas internas a las funciones y a la visión cercana.»