por Joan Massagué
Hace ya algunos meses que visité Montréal y tenía pendiente una entrada sobre uno de eso edificios que uno difícilmente acaba borrando de la memoria. Se trata del edificio de viviendas Hábitat 67 del arquitecto canadiense-israelí Moshe Safdie.
El Hábitat se trata de un edifico experimental construido con motivo de la Exposición Universal del 1967, en una península limítrofe con la zona portuaria de Montréal.
La particularidad del proyecto se produce ya desde el momento del encargo y de la consiguiente elección del arquitecto. Se escogió a un recién licenciado Moshe Safdie para que lleve a cabo nada menos que su tesis de graduación. Quizás por ello el proyecto rompe tantos moldes y desborda frescura y energía.
Bien, la propuesta se basa en la creación de un gran condominio a partir de una estructura de piezas prefabricadas. Dicha estructura conforma un mallazo tridimensional donde cada cubículo corresponde a la unidad de agregación mínima, es decir, la vivienda.
El objetivo de tal empresa es proponer una reinterpretación de la vivienda plurifamiliar, donde el bloque se descompone para acabar convirtiéndose en una sucesión de viviendas unifamiliares apiladas en un solo artefacto.
Del proyecto mucho más no me interesaría explicar ya que mejor que yo lo hacen múltiples trabajos de la Universidad de McGill, por ejemplo. Lo que sí que me gustaría remarcar es la actitud del proyecto y de Safdie. Es emocionante ver la capacidad de riesgo, de poner en entredicho lo establecido a sabiendas del peligro de fracaso que eso conlleva, y que pese a ello se saque adelante.
Es posible que me equivoque, pero no veo en el año 2011 demasiado reisgo, más alla de propuestas extravagantes donde la preocupación reside en las formas y no en el fondo. Y sin fondo en mi opinión uno vuela como Ícaro. El curso de tercero nos permite investigar sobre múltiples aspectos de la vivienda y a la vez ser críticos con lo establecido. Lo bonito de ello sería que dicha posición respecto la arquitectura se mantuviese en el ámbito profesional.
Moshe Safdie en sus primeras dos obras desborda preocupación por estos aspectos del proyecto, y si bien la forma puede ser más o menos discutible lo cierto es que a día de hoy sigue sorprendiendo por su fuerza.
Fotografías Joan Massagué